Sí, es mejor usar botas que zapatillas para hacer senderismo (y las excepciones son muy contadas), sobre todo en rutas largas, terrenos irregulares o con mochilas subidas de kilos. Las botas protegen el tobillo, dan más estabilidad y soportan mejor el peso de la mochila. Además, aíslan del frío, el agua y las piedras, y duran mucho más que unas zapatillas. Si vas en serio por la montaña, las botas te cuidan los pies y te evitan sustos. Las zapatillas pueden ser maravillosas, pero están pensadas para corredores de montaña.
COSAS QUE TE RECOMIENDO ANTES DE COMPRAR UNAS BOTAS
Comodidad: Las botas de senderismo deben ser cómodas desde el primer momento. Si no son cómodas en la tienda, mucho menos en la montaña (por mucho que las «amoldes» antes).
Agarre de la suela: Asegúrate de que la suela tenga un buen agarre. Contagrip, que monta Salomon, o Vibram por mucho que digan las malas lenguas, son las mejores. No hay más.
Impermeabilidad: Si vas a caminar por zonas húmedas o lluviosas, busca botas con membranas impermeables como Gore-Tex. Yo las utilizo con membrana casi independientemente del tiempo, especialmente en rutas largas. Así me curo en salud.
Soporte y protección: Siempre botas que protejan el tobillo. Es lo que recomienda la federación y es lo que recomiendo yo. Las zapatillas son para corredores de montaña.
Materiales: El cuero sintético es muy resistente, pero también algo más pesado. El material sintético es ligero y suele ser más barato, pero la durabilidad no es la misma. Yo lo he probado todo y me quedo con las botas de cuero sintético.
Transpirabilidad: La transpirabilidad es clave en rutas largas, ya que evita malos olores y te mantiene más cómodo. Lo ideal es un buen equilibrio entre transpirabilidad e impermeabilidad. El problema es que, por normal general, a medida que aumenta una disminuye la otra. Yo priorizo siempre impermeabilidad.
Peso: Con unas botas ligeras llegarás más lejos, pero ten en cuenta que las más ligeras a veces sacrifican protección y durabilidad. Yo las prefiero robustas aunque pesen un poco más.
Tamaño: Obvio. Siempre compra tus botas de senderismo un poco más grandes de lo habitual (aunque sin pasarse), especialmente si vas a caminar mucho. Necesitas espacio para que los pies se expandan durante el día.
Y recuerda, unas buenas botas de senderismo son una inversión en comodidad y seguridad, no escatimes si piensas tomarte en serio las rutas.